ASUS estrena Level Sense en la ROG Matrix RTX 5090 para evitar el hundimiento de la gráfica con sensores que detectan su inclinación
por Manuel NaranjoDurante años, el “GPU sag” se ha visto casi como un meme: fotos de tarjetas gráficas inclinadas, soportes improvisados con figuras, cajas, piezas de LEGO y todo tipo de apaños caseros. Pero cuando hablamos de bichos como una ROG Matrix GeForce RTX 5090, con varios kilos entre disipador, backplate, refuerzos, conectores y todo el arsenal pensado para moverla al límite, la cosa cambia. Esa ligera caída de la parte más alejada del bracket ya no es solo estética: es tensión constante sobre la ranura PCIe, sobre la propia PCB y sobre los conectores de alimentación.
La industria ha ido respondiendo con refuerzos físicos, backplates más rígidos y soportes incluidos en la caja. ASUS, con la ROG Matrix, añade una vuelta más al enfoque: si la tarjeta es capaz de medir con precisión su propia inclinación, puede avisarte antes de que esa curva pase de ser un gesto feo a convertirse en un riesgo real. Ahí entra en juego Level Sense, integrado dentro de GPU Tweak III y apoyado en hardware específico en la propia tarjeta.
Tecnología “Level Sense”: cómo convertir la inclinación en un dato útil
Level Sense no es un simple truco de software ni una barrita animada. ASUS integra en la PCB sensores como un giróscopo y un acelerómetro, similares a los que encontramos en móviles o mandos, pero aquí dedicados a una tarea muy concreta: saber en qué ángulo está montada la gráfica dentro del chasis.
GPU Tweak III lee esa información y la traduce en tres funciones prácticas:
• Mostrar el ángulo real de la tarjeta.
• Permitir una calibración: marcas como “correcta” la posición en la que la has instalado.
• Lanzar una alerta si, con el paso del tiempo, la Matrix se hunde por debajo del umbral que tú mismo has definido.
La clave no es la espectacularidad de la función, sino su carácter preventivo. El software deja de limitarse a mostrar temperaturas, frecuencias y consumo para vigilar también algo tan físico como la postura del propio hardware. Es una forma bastante lógica de aprovechar que la gama alta ya incorpora electrónica suficiente como para algo más que mover frames.

Por qué una gráfica como la ROG Matrix tiende a “vencerse”
Con una tarjeta convencional, el peso es asumible. Con una Matrix RTX 5090, el escenario es otro: disipadores sobredimensionados, cámara de vapor, varios ventiladores, PCB reforzada, doble entrada de alimentación preparada para configuraciones de hasta 800 W en placas BTF, y un diseño que roza el límite del formato clásico.
Ese conjunto genera:
• Un punto de apoyo fijo (ranura PCIe y bracket).
• Un cuerpo largo y pesado que ejerce una palanca constante.
• Cables de alimentación que, según cómo se enruten, pueden añadir tensión extra hacia abajo.
Aunque el estándar PCIe está pensado para soportar tarjetas pesadas, el uso continuado, los pequeños golpes al mover el equipo o una mala distribución de pesos pueden ir forzando la estructura. Level Sense no corrige físicamente nada, pero convierte ese desgaste silencioso en un evento medible.
¿Aporta realmente algo o es puro adorno?
La tentación de meter esta función en el saco del marketing es grande, pero si se mira con calma, tiene sentido.
Por el lado positivo, Level Sense:
• Añade una capa más de protección a un producto caro: si algo empieza a ir mal en el soporte o en la instalación, te enteras antes de que el daño sea evidente.
• Encaja con la tendencia de ASUS de dotar a sus gráficas de telemetría propia (Power Detector+, avisos de alimentación, etc.), creando un ecosistema más completo alrededor de GPU Tweak III.
• Refuerza la narrativa de producto premium: no solo rinde más, también se cuida más.
Por el lado contrario:
• Quien ya usa un buen soporte físico quizá no verá jamás un aviso.
• La función depende de que el usuario instale y mantenga actualizado el software.
• Existe el riesgo de que algunos lo perciban como “otra cosa más” en segundo plano, si no se comunica bien desde el principio en el proceso de montaje.
Cómo puede cambiar la experiencia real de montaje
Lo interesante de Level Sense es que se presta a un uso muy concreto y fácil de explicar en cualquier análisis serio de hardware. Montas la gráfica con mimo, ajustas el tornillo del bracket, organizas cables sin que tiren hacia abajo y, una vez dentro, abres GPU Tweak III, calibras la posición y te olvidas.
Si salta una alerta, no hay misterio: revisas el tornillo, añades soporte, reajustas cables. Es un aviso temprano, no un drama tardío.
Level Sense no va a vender por sí solo una ROG Matrix GeForce RTX 5090. Quien mira a esta gráfica lo hace por potencia, por margen de overclock, por el diseño y por la sensación de estar en la liga más alta del PC gaming. Pero esta función cuenta algo importante sobre hacia dónde se mueve el segmento entusiasta.
No es un truco vacío: es una de esas mejoras discretas que, bien aprovechadas, marcan la diferencia entre una tarjeta “solo espectacular” y una que también demuestra que detrás hay alguien pensando en lo que pasa dentro de la caja después de la foto.
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