LG adelanta CLOiD, su robot doméstico con dos brazos y manos articuladas para tareas reales del hogar en el CES 2026
por Manuel NaranjoHay días en los que el “hogar conectado” se siente muy real… y otros en los que sigue siendo tú contra el cesto de la ropa, el fregadero y el polvo que aparece sin pedir permiso. La promesa de un robot que ayude en casa lleva tiempo rondando, pero casi siempre se queda en demostraciones bonitas y poca utilidad práctica.
LG quiere cambiar ese tono con un adelanto calculado: su nuevo robot doméstico se llama LG CLOiD y se presentará oficialmente en el CES 2026, la feria tecnológica de Las Vegas que se celebra del 6 al 9 de enero. Por ahora solo hay un par de imágenes de sus manos y una descripción técnica, pero ya deja pistas claras.
La marca lo enmarca en su idea de Zero Labor Home, una casa en la que la tecnología reduce el peso de las tareas repetitivas para que el tiempo libre no dependa de cuánto te queda por recoger. La clave está en lo que han decidido priorizar: manipulación física.
Dos brazos y manos con cinco dedos, el detalle que lo cambia todo
El punto fuerte de CLOiD no es que “hable” o que se mueva por el salón, sino que llega con dos brazos articulados y manos de cinco dedos, con dedos actuados de forma independiente. En otras palabras: está diseñado para agarrar, sostener y colocar objetos con cierta precisión, justo lo que a los robots domésticos se les atraganta.
LG también habla de siete grados de libertad por brazo. Esa cifra suele marcar la diferencia entre movimientos limitados y una capacidad real para trabajar en espacios cotidianos: coger algo de una estantería, sortear obstáculos, acercarse a una mesa sin golpearla o girar la muñeca para orientar un objeto antes de soltarlo.
El contraste con el robot doméstico de ruedas que LG enseñó el año pasado es evidente. Aquella propuesta iba más a lo social y a la compañía. Aquí, en cambio, el hardware apunta a “hacer” cosas.
Un cerebro en la cabeza y sensores para moverse sin liarla
LG asegura que CLOiD integra un chipset en la cabeza, como cerebro del sistema. A su alrededor, el robot lleva pantalla, altavoz, cámara y un conjunto de sensores pensados para tres funciones: interacción por voz, comunicación expresiva y navegación.
En el día a día, esa combinación debería traducirse en algo básico: moverse con cabeza. Un robot útil necesita mapear habitaciones, detectar objetos que aparecen donde antes no estaban y reaccionar sin que tengas que prepararle “un escenario perfecto”. En una casa real hay sillas mal puestas, cables y bolsas en el pasillo.

Affectionate Intelligence y la parte incómoda de la robótica de hogar
LG pone nombre a su capa de IA: Affectionate Intelligence. La empresa la describe como una tecnología pensada para entender mejor a las personas y “empatizar” con ellas. Suena muy de presentación, pero tiene lecturas prácticas si lo aterrizas.
En un robot de hogar, entenderte puede ser aprender rutinas y prioridades: no ponerse a trastear por la cocina cuando duermes, no interrumpirte en una videollamada o ajustar su comportamiento según quién haya en casa. También puede significar reconocer patrones: si siempre dejas las llaves en el mismo sitio, el robot puede ayudarte a localizarlas cuando no están.
La parte incómoda es obvia: cámara, sensores y un sistema que “aprende”. En el CES 2026, tan importante como ver la destreza de sus manos será saber cómo gestiona LG la privacidad: qué se procesa en local, qué se guarda, qué se envía a la nube y qué controles reales tendrá el usuario.
Además, LG sugiere que el robot no será una isla. En sus comunicados habla de un asistente capaz de coordinarse con electrodomésticos conectados y adaptarse a horarios y estilos de vida. También ha reforzado su apuesta creando un laboratorio específico de robótica dentro de su división de soluciones para el hogar, una señal de que el proyecto busca continuidad y no solo titulares de feria. En una casa, eso marca la diferencia entre curiosidad pasajera y hábito diario.
Qué podría hacer CLOiD y por qué el CES es el examen definitivo
LG habla de una “amplia gama” de tareas domésticas en interior sin concretar. Pero el diseño que han descrito permite imaginar escenarios razonables: recoger objetos del suelo, llevar cosas ligeras de una habitación a otra u ordenar elementos sencillos.
Aun así, el salto entre una demo y la vida real es enorme. Agarrar un objeto “ideal” es fácil; hacerlo con cosas blandas, resbaladizas o irregulares ya es otra historia. Y luego están los imprevistos: un cargador enredado, una bolsa con asas, un vaso medio lleno.
Por eso el CES será el momento de la verdad. Si CLOiD aparece con demostraciones consistentes y repetibles, LG puede colocarse en una conversación que hasta ahora dominan prototipos y promesas. Y si lo que enseña se queda en gestos simpáticos, al menos habrá servido para recordar una idea: el futuro del hogar no solo va de pantallas y altavoces; va, sobre todo, de manos capaces de trabajar con lo que ya tenemos en casa.
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