Review Tarjeta Gráfica Externa Gigabyte RX580 Gaming Box

Introducción

Hace años que empezaron a asomar tímidamente las primeras gráficas externas, un concepto con el que se pretendía dotar de una potencia gráfica sin igual en ciertas situaciones a equipos portátiles sin tener que renunciar a modelos ligeros y con gran autonomía. Los primeros modelos no llegaron a tener demasiado éxito por las limitaciones de conectividad que había en la época (USB, puertos propietarios y otras soluciones), pero la llegada del Thunderbolt 3 con sus 40 Gbps supuso toda una revolución en el sector que permitió que múltiples soluciones llegaran al mercado.

En este caso tenemos ante nosotros la Gigabyte RX580 Gaming Box, un modelo que, como su propio nombre indica, está basada en una tarjeta gráfica AMD Radeon RX 580 de 8 GB con la que podremos dar un empujón de rendimiento a cualquier portátil compatible y que cuente con un puerto Thunderbolt 3.

Además de la propia potencia gráfica que ofrece, este modelo cuenta con algunas funcionalidades interesantes como un HUB de USB 3.0 o la capacidad de ofrecer hasta 100W de potencia a través de un único conector Thunderbolt 3 / USB-C.

Especificaciones técnicas de la Gigabyte RX580 Gaming Box

• GPU AMD Radeon RX 580
• 2.304 Stream Processors
• 8 GB de memoria GDDR5 a 8.000 MHz
• Reloj GPU:

• Gaming Mode: 1.340 MHz
• OC Mode: 1.355 MHz

• Resolución máxima 7680 x 4320
• Fuente de alimentación integrada 450W
• 4 x USB 3.0, uno con carga rápida quickcharge 3.0
• 1 x Thunderbolt 3 / USB-C (cable incluído)
• Bolsa de transporte
• Iluminación RGB
• 212 mm x 96 mm x 162 mm
• 2,38 kg de peso
• Compatibilidad con PC y MAC
• Soporte para AMD FreeSync y AMD FreeSync 2 HDR en monitores externos compatibles. (No funciona en el monitor propio del portátil)

Diseño e interior

La Gigabyte RX580 Gaming Box es una gráfica externa con un tamaño bastante compacto gracias a integrar en su interior un modelo personalizado de la RX580 de la propia Gigabyte con un único ventilador de generosas dimensiones que le permiten ser más corta que los modelos que habitualmente vemos en el mercado. Así, sus medidas son de tan solo 212 x 96 x 162, es decir, poco más de 20 centímetros de largo.

Gigabyte incluye también una mochila de transporte con asas para facilitar llevarla de un lado a otro. Si bien es cierto que la idea detrás de estas gráficas es la de tener un equipo muy portable y disponer de potencia gráfica al llegar a casa o a la oficina, sí que puede ser útil el tener una manera sencilla de transportarla para algún viaje o momento concreto.

La caja es metálica y con acabado en negro, con sendas rejillas en los laterales para mejorar la ventilación tanto de la gráfica como de la fuente de alimentación. El frontal está decorado con las letras que forman "Gigabyte" en plateado sin ningún adorno ni nada similar dándole un aspecto bastante serio y sobrio.

El toque "de color" lo encontramos en el lado de la gráfica donde tenemos con una tira de LEDs RGB en la parte inferior dentro de la propia caja. Estos LEDs están simplemente situados ahí como si fuera una simple tira sin ningún tipo de difusor y la verdad es que el efecto no queda demasiado bien acabado, parece más una manera de poder decir que lleva RGB más que integrar de manera efectiva un sistema de iluminación resultón.

En la parte trasera tenemos acceso a todos los puertos, tanto la entrada de corriente para la alimentación como los puertos de la gráfica (tres displayport y un HDMI), además del Thunderbolt 3 y cuatro puertos USB 3.0, tres de ellos para datos y un cuarto con Quick Charge 3.0 para cargar smartphones.

Para acceder al interior de la caja solo tendremos que retirar los tornillos que sujetan a la carcasa y podremos ver el diseño de la gráfica personalizada. Integra un disipador formado por un bloque de aletas de aluminio y cuatro heatpipes de cobre junto a un ventilador de generosas dimensiones.

La gráfica va conectada a un puerto PCI Express x16 convencional que se encuentra en la placa inferior y se alimenta, a parte de por ese conector, de un conector PCie de 8 pines. Dado lo ajustado de la caja, será muy difícil sustituir la gráfica por otra más potente.

En el lado opuesto encontramos la fuente de alimentación de 450W con eficiencia superior al 90% que vendría a equivaler a 80 PLUS Gold, aunque la fuente como tal no tiene esa certificación.

Se refrigera por un ventilador en la zona trasera y, además, donde la fuente hay otros dos pequeños ventiladores que ayudan a refrigerar el interior de la caja y, por tanto, también a la gráfica.

Software e iluminación

El software de Aorus es 100% compatible con la Gigabyte RX580 Gaming Box y una vez instalado nos permitirá configurar distintos aspectos de esta tarjeta gráfica externa.

Por un lado tenemos el panel de gestión de los RGB "RGB Fusion" desde el cual podremos cambiar tanto el brillo de los LEDs como su color. Cuenta también con varios modos de efectos tales como efecto de respiración, parpadeo, ciclos, color estático, etc. así como sincronización con otros dispositivos de la compañía compatible con RGB Fusion.

Como decíamos antes, el sistema de iluminación RGB de la Gaming Box no es que sea nada del otro mundo, simplemente una fila de LEDs colocada dentro sin difusor y sin ninguna integración o zona que destaque especialmente. Todo lo que podemos ver de la iluminación lo veremos a través de la rejilla lateral.

El Software Aorus también nos permite monitorizar la velocidad de reloj de la memoria y de la GPU así como su voltaje. Tenemos una sección específica para overclock manual, aunque solo nos dejará tocar los MHz directamente y el objetivo de energía respecto del normal de la gráfica.

Si no queremos meternos en overclocks manuales, el software de la tarjeta permite utilizarla en modo Gaming con una velocidad de 1.340 MHz de GPU y 8.000 MHz de memoria o en modo OC que mantiene la memoria inalterada pero aumenta la GPU a 1.355 MHz, un aumento bastante insignificante que luego no se nota a la hora de utilizar la tarjeta.

Equipo de pruebas y líneas Thunderbolt 3

Estas soluciones de gráficos externos o eGPU están pensadas para funcionar en equipos portátiles, generalmente en modelos que no cuentan con gráficos dedicados para conseguir autonomías más altas y grosores más finos. Naturalmente se requiere de un puerto USB-C con Thunderbolt 3 pero también es necesario que el portátil en cuestión sea compatible con gráficas externas, algo que no todos los equipos cumplen.

En este caso hemos probado la Gigabyte RX580 Gaming Box con todo un referente dentro del mercado de ultrabooks como es el Dell XPS 13, el modelo concreto XPS 13 9360.

• Intel Core i7-8550U de 4 núcleos y 8 hilos
• 8 GB de RAM
• SSD de 256 GB
• Thunderbolt 3 de 2 líneas

Especificamos Thunderbolt 3 de 2 líneas porque generalmente se suele considerar que el Thunderbolt 3 ofrece 40 Gb de ancho de banda bidireccional, pero esto solo ocurre cuando hablamos de Thunderbolt 3 con 4 líneas y no todos los portátiles soportan esta configuración.

De hecho, este XPS 9360 únicamente dispone de dos líneas PCIe conectadas al Thunderbolt 3, lo que significa que su ancho de banda es de unos 16 Gbps. Esto podría limitar el rendimiento de la gráfica, sobre todo si hablamos de modelos de gama más alta como podría ser una GTX 1080 o una RX Vega externa, y más aún si utilizamos la gráfica externa con la propia pantalla del portátil ya que la transmisión de datos que tiene que gestionar el Thunderbolt 3 es mayor que la que tiene que gestionar en el caso de utilizar un monitor externo.

Hemos realizado algunas pruebas de rendimiento con distintas configuraciones para ver si realmente hay diferencia en este sentido al utilizar un Thunderbolt de 3 líneas.

Rendimiento

A pesar de estar utilizando un equipo con un procesador de bajo voltaje con la penalización que eso supone en rendimiento de CPU (aunque es cierto que un octava generación de Intel ya dispone de 4 núcleos y 8 hilos y su solvencia es mayor a los modelos anteriores con la mitad de núcleos). La RX580 Gaming Box nos ha dado un empujón importante en juegos y permite utilizar un portátil tan pequeño y fino como el XPS 13 como una máquina de juegos perfectamente viable.

Todos estos test han sido realizados con un monitor externo de 1920 x 1080 píxeles de resolución conectado directamente a la gráfica externa y, como podemos ver, los resultados son similares a los que obtendríamos con un equipo con una gráfica interna similar a esta.

Llama la atención el bajo resultado que ha dado en DOOM bajo OpenGL, un resultado que compensa con creces la activación de la api gráfica Vulkan donde el rendimiento se multiplica casi por cuatro. Parece que hay algún problema con OpenGL y este tipo de soluciones, pero siendo una API que se está sustituyendo por Vulkan no deberíamos tener problemas.

Juegos como el PlayerUnknown's Battleground se ejecutan sin problema rondando los 60 FPS en modo de detalle alto y los 55 FPS de media con el máximo nivel de detalle. En el test del Final Fantasy XV para PC la RX580 externa ha conseguido 3.478 puntos.

Todo ello son juegos que si ejecutamos con la gráfica integrada en el XPS13 directamente son injugables.

Hemos utilizado la suite de benchmarks 3Dmark con distintos test para comprobar, a parte de lo que es capaz la Gigabyte RX580 Gaming Box, si realmente los 16 Gbps del puerto Thunderbolt 3 con 2 líneas eran suficientes para utilzaar esta tarjeta sin monitor externo y los resultados hablan por sí solos.

Cuando utilizamos la propia pantalla del XPS 13 como monitor y la gráfica externa está activa, la gráfica tiene que recibir los datos, procesarlos y enviarlos de nuevo al portátil para mostrar por pantalla, lo que supone un mayor consumo de ancho de banda en un puerto con la limitación de los 16 Gbps y el rendimiento se resiente.

No es una pérdida de rendimiento importante, pero sí que se nota en los resultados con diferencias más o menos grandes dependiendo del test.

Temperaturas

El diseño de refrigeración de la Gaming Box es más que suficiente para mantener bajo control las temperaturas de la RX 580. Tanto por su gran ventilador principal como los ventiladores secundarios que ayudan a mantener el flujo de aire.

Podemos ver que las temperaturas más altas están en la zona trasera donde se expulsa el aire caliente, quedando el interior con temperaturas máximas de apenas 60 grados donde la parte más caliente de la gráfica

Análisis y Conclusión

Las soluciones de gráficas externas o eGPU están aquí para quedarse, el Thunderbolt, aún con las limitaciones que supone en portátiles limitados a 16 Gbps, es un puerto que permite disfrutar de una potencia gráfica cercana a la que tendríamos en un sobremesa pero en un equipo realmente portátil.

Hay algunos puntos a pulir o tener en cuenta con estas gráficas externas, el primero está relacionado precisamente con el Thunderbolt 3 y las líneas PCIe que soporte el portátil en cuestión. Ya hemos visto que con dos líneas y 16 Gbps, la mejor manera de aprovechar al máximo una gráfica como la RX580 es utilizando un monitor externo, y no solo eso, algunos juegos no reconocerán la Gaming Box si no conectamos un monitor, por lo que la utilización de este periférico es más que clave para poder exprimirla bien.

Otro punto que no debemos olvidar es que, si bien el funcionamiento es bastante automático y solo deberemos conectarla al PC y listo, ella sola se enciende y se activa, a veces Windows no reconoce a la primera la tarjeta externa y tenemos que reconectarla, o incluso si desconectamos el monitor externo la gráfica puede no reconocerse directamente por el monitor del portátil. Son pequeñas molestias sin mucha importancia pero que requieren de mejoría, posiblemente con nuevos drivers o BIOS para la Gaming Box pronto se corrijan.

Sea como sea, estos sistemas son una manera de combinar las ventajas de un portátil gaming potente con las ventajas de un ultrabook y sin los inconvenientes que tienen los portátiles gaming de grandes dimensiones y peso. Es cierto que cada vez más, las gráficas dedicadas de portátiles se acercan más a sus hermanas de sobremesa, pero aún son un componente que requiere de un sistema de disipación y energía que ocupa su espacio y hace inviable disponer de altas autonomías, por ello una solución externa como esta Gigabyte RX580 Gaming Box puede ser la solución ideal para los que necesitan portabilidad para tareas ligeras pero no quieren renunciar a jugar con calidad.

Ahora bien, su precio cuando llegue a España en las próximas semanas estará entre los 550 y los 600 Euros, una cifra considerable y bastante superior a lo que costaría una RX 580 en un ordenador de sobremesa, donde siempre tendremos más potencia.

Aún así, no hay que olvidar que esta gráfica externa ofrece también su propia fuente de alimentación, un HUB USB 3.0, un sistema de carga rápida y un Thunderbolt 3 que permite, además de utilizar la propia gráfica, alimentar directamente portátiles con una potencia de 100W, lo que incluye a la mayoría de modelos de 15,6 pulgadas también.

A parte de todo esto, la Gigabyte RX580 Gaming Box nos ofrece algo que nunca nos ofrecerá una gráfica en un sobremesa o un portátil con esta gráfica integrada, y no es otra cosa que la posibilidad de disfrutar en casa de un portátil extremadamente fino, ligero y compacto con más de 16 horas de autonomía con una potencia gráfica a la altura de un sobremesa gaming.

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