G.Skill Trident Z5 Neo RGB DDR5-6000 128GB CL34 Review

Introducción a las características de las G.Skill Trident Z5 Neo RGB DDR5-6000 128GB CL34

Cuántas veces habremos oído o pronunciado la mítica frase: “cuanta más RAM, mejor” y esto es lo que G.Skill nos ofrece en su nueva generación de memoria DDR5 para ordenadores domésticos de sobremesa. Módulos completamente estándar, con perfiles EXPO y XMP para una compatibilidad integral, con los que podemos soñar con disponer de hasta 256 GB de RAM en sistemas con tan solo cuatro bancos de memoria en formato DDR5.

Los requisitos son tener un procesador Intel o AMD reciente, de un par de generaciones en adelante, y la BIOS correctamente actualizada a alguna de las últimas versiones (las de este verano deberían ser suficientes) y un sistema operativo compatible: Windows 10, Windows 11 o cualquier distribución de Linux con kernel más o menos reciente.

DDR5 ha ido ampliando sus capacidades de forma progresiva: módulos de 16, 24, 32, 48 y ahora 64 GB en CU/UDIMM (módulos sin registro, la CPU accede directamente a la memoria) totalmente comunes y compatibles con sistemas de sobremesa como el que podemos tener todos en casa. G.Skill completa su oferta de estos módulos de gran capacidad con configuraciones de dos o cuatro módulos para un total de hasta 256 GB en el mismo pack, el límite actual en sistemas sobremesa.

Las latencias principales ofrecidas van desde los 34 hasta los 36 ciclos. Luego veremos estos módulos con detalle, y frecuencias de 6000 MHz, bastante estándar pero suficientes para dar vida a PCs modernos donde la capacidad de la RAM, bien utilizada, puede marcar la diferencia.

Durante esta review os mostraremos algunas de las posibilidades y cómo estas cantidades de RAM son perfectas para ahorrar dinero —sí, he dicho ahorrar— y cómo pueden acelerar ciertos procesos, algunos con un impacto importante en nuestra experiencia con nuestro PC.

Características técnicas de la G.Skill Trident Z5 Neo RGB DDR5-6000 128GB CL34

• Formato: UDIMM DDR5 estándar (288 pines)
• Capacidad analizada: 2×64 GB (128 GB en dual channel)
• Frecuencia: 6000 MT/s (3000 MHz efectivos)
• Latencias:
  • C34 bajo perfil EXPO (AMD)
  • C34 bajo perfil XMP 3.0 (Intel)
• Voltaje operativo: 1,35 V
• Altura del módulo: 44 mm (compatible con la mayoría de disipadores de CPU)
• Iluminación: Sistema RGB direccionable (ARGB) con difusor con compatibilidad vía SMBus con la mayoría de placas base.

Las posibilidades que creamos con esta gran cantidad de RAM

En equipos con la memoria embebida como los AMD Ryzen AI MAX 395+, que ahora pueden montar hasta 128 GB de RAM, las ventajas para cierto tipo de tareas son evidentes, como cargar modelos de IA, puesto que esa RAM está completamente accesible por la potente GPU.

En un ordenador de sobremesa, con gráficos integrados, también es muy útil contar con grandes configuraciones de RAM; por eso se usan en estaciones de trabajo y servidores, y con módulos como estos ahora también se hace accesible a ordenadores domésticos de gama alta. Yo, como aficionado a juegos y desarrollador, y aficionado a probar sistemas operativos y sistemas, noto un impacto claro en mi día a día.

Puedo montar más y mejores máquinas virtuales, puedo usar parte de la RAM como almacenamiento lógico en Windows (RamDisk) con latencias ridículas y velocidades de acceso que dejan a cualquier disco PCI Express 5.0 a la altura del betún. Sandboxes más potentes y rápidas, mejor multitarea, etc. Pero hay más oportunidades; aquí os comento algunas de ellas con datos:

• Edición y postproducción de vídeo profesional (4K/8K) : En este tipo de tareas, la memoria RAM se utiliza para almacenar, o mejor dicho “cachear”, segmentos de vídeo, efectos y previsualizaciones en tiempo real. Trabajar en resoluciones 8K en formato nativo o RAW puede consumir fácilmente entre 64 y 90 GB de RAM en proyectos complejos con múltiples pistas de vídeo. Con 128 GB disponibles, es posible manejar proyectos multicámara, aplicar efectos pesados y trabajar sin depender tanto del SSD, reduciendo los tiempos de proceso, mejorando la previsualización y a la vez dejando margen de capacidad al resto del sistema.
• Renderizado y modelado 3D : Programas como Blender, Maya o Cinema 4D cargan geometrías, texturas y simulaciones físicas directamente en la memoria, y no solo en la VRAM de la GPU, sino también en la RAM del sistema. Escenas con millones de polígonos y texturas 4K u 8K pueden superar los 32–64 GB de uso de RAM con facilidad. Con 128 GB de RAM, o más, nos garantizamos la mejor experiencia en este tipo de aplicaciones y mantenemos el resto del sistema con recursos suficientes para otras tareas.
• Ciencia de datos, IA y simulaciones : La carga de grandes datasets en memoria RAM acelera enormemente los cálculos en herramientas como Python/Pandas, R o MATLAB. Trabajar con conjuntos de datos de más de 100 millones de filas puede requerir 80–100 GB de RAM para procesarse sin recurrir a memoria virtual en disco. Además, los modelos de Machine Learning o IA generativa entrenados localmente se benefician de la capacidad para manejar más datos en paralelo, reduciendo los tiempos de entrenamiento y análisis. Una vez más, aquí la VRAM de la gráfica ayuda, pero necesita un sustento: no deberíamos tener menos de 2 GB de RAM por GB de VRAM en nuestra tarjeta de vídeo.

He querido mostraros dos cosas: primero, que Windows 11 sí que es capaz de sacar partido de estas capacidades de RAM sin ningún tipo de problema, y segundo, cómo rinde una unidad lógica RamDisk donde hemos volcado datos reales, tirando directamente desde la memoria RAM del sistema, como si fuera un disco duro cualquiera pero tremendamente más rápido:

 Lectura secuencial (MBps)

Escritura Secuencial (MBps)

Diseño y especificaciones de las G.Skill Trident Z5 Neo RGB DDR5-6000 CL26

Este modelo de alta capacidad incorpora el reconocido diseño Trident Z5 Neo de G.Skill, un diseño ya clásico de altas prestaciones, con disipador de aluminio y una altura de 44 mm. Un formato que no nos dará problema porque se ha convertido casi en un estándar para fabricantes de disipadores de sobremesa de gran rendimiento.

Con este diseño hemos tenido ya la suerte de probar muchos módulos de G.Skill, algunos de carácter generalista, con latencias, tamaños y frecuencias moderadas, pero también modelos muy especiales, con latencias ultra bajas, C26, o de alta frecuencia, superiores a los 8000 MHz. Este modelo que hoy analizamos también es extremo, pero por el tamaño, lo que no influye en el diseño o en los voltajes.

El acabado es sencillo pero muy cuidado, con disipadores de aluminio en tono mate y dos opciones de color: blanco y negro. La iluminación LED se gestiona mediante el controlador SMBUS integrado, el mismo estándar de comunicación que se emplea para transmitir datos sobre voltajes, frecuencias y temperaturas al PC. A través de esta interfaz, la placa base también puede regular la iluminación y sincronizarla con otros componentes iluminados del equipo, sin cables, todo de serie y con plena compatibilidad con cualquier placa base del mercado. De ello se aseguran sus dobles perfiles, XMP para Intel y EXPO para AMD.

Este modelo es compatible, por tanto, con procesadores Intel y AMD; la única condición es tener una placa base preparada para esta densidad de módulos. Ambos perfiles Intel XMP 3.0 y AMD EXPO tienen las mismas prestaciones: 6000 MHz DDR, voltaje de 1.35 V y latencias C34-44-44-96-140. Latencias normales: aquí prima el tamaño. Como veis, también tiene dos perfiles estándar JEDEC, que aumentan la compatibilidad en sistemas que no soporten perfiles avanzados. La frecuencia máxima es de 5600 MHz, con latencias C46-50 y un voltaje estándar de tan solo 1.1 V.

Estos son modelos completamente estándar, con una configuración 2-Rank debido a su gran capacidad, pero con la misma configuración UDIMM con ECC pasivo que disfrutamos en cualquier módulo DDR5 de 288 contactos. Lo único extraordinario es su densidad, y para su soporte requiere de las actualizaciones de BIOS oportunas.

Temperatura y overclock

Las G.Skill Trident Z5 Neo de este tamaño son unas memorias diseñadas para un ámbito que queda lejos de los grandes rangos de rendimiento. No son, por tanto, grandes memorias para overclock, aunque tampoco tienen un voltaje muy elevado, así que algo de esperanzas sí que ofrecen. En cualquier caso, no serían las memorias que yo compraría por su capacidad de desarrollar frecuencias elevadas.

Aun así, como nuestro trabajo es probar todo a fondo, hemos conseguido obtener de ellas 6400 MHz, que no está nada mal, sin alterar el voltaje. Sí hemos tenido que ajustar la latencia a C36, algo más elevada que las C34 que vienen de serie. Puede que el intercambio sea favorable en ciertos entornos de uso; personalmente, creo que no merece la pena.

En cuanto a temperaturas, la verdad es que esta configuración —lo digo por la densidad— no afecta para nada a la configuración de doble rank que usan memorias con estas capacidades. Sus temperaturas en carga no superan los 40 grados, con una delta bastante ridícula de apenas 3 grados, ya que su temperatura en reposo ronda los 37.

El disipador de G.Skill no solo está bien trabajado estéticamente, sino que su funcionamiento con módulos de gama alta, como estos, es magnífico y siempre una garantía de exprimir el mejor rendimiento de los módulos.

Resultados de rendimiento

Lo que no vamos a encontrar en estos módulos es ningún récord de velocidad o de ancho de banda. Son memorias lentas, teniendo en cuenta los límites que han alcanzado fabricantes como G.Skill en términos de velocidad nominal y latencias. Su virtud está en el tamaño, y eso ya hemos visto anteriormente dónde nos puede aportar.

Aun así, como es lógico y habitual, hemos sometido a estos magníficos módulos a nuestra batería de pruebas habitual. Se sitúan en términos de memoria DDR5 de calidad, pero no sobresalen en ninguna prueba. Os tendréis que fiar cuando decimos que son los dos mejores módulos que han pasado por nuestras manos, por todas las opciones de uso que generan.

Máquina de pruebas DDR4:

• Procesador: AMD Ryzen 3950X
• Fuente: Seasonic Connect 750w
• Disco duro: Samsung 980 Pro
• Refrigeración: CoolerMaster MasterLiquid FLUX PL360

Máquina de pruebas DDR5:

• Procesador: AMD Ryzen 7 9800X3D
• Fuente: Seasonic Primer TX 1600
• Disco duro: GoodRAM IRDM PRO 2TB
• Refrigeración: Be Quiet! Pure Loop 2 FX

Voltaje

Temperatura

Ancho de banda en lectura

Ancho de banda en escritura

Cyberpunk 2077 1440p Radeon RX 7900 XTX

Doom Eternal 1440p Radeon RX 7900 XTX

F1 24 1440p Radeon RX 7900 XTX

Análisis y conclusión

Las G.Skill Trident Z5 Neo RGB DDR5-6000 128GB CL34 no son módulos pensados para batir récords de velocidad ni para los entusiastas del overclock más extremo. Su verdadera razón de ser es que nos permiten tener en un ordenador de sobremesa, a precios razonables, la misma capacidad que tendríamos en una estación de trabajo. Combínalo con un AMD Ryzen 9 9950X3D o 9950X normal, o un Intel Core Ultra 285K y tendrás prácticamente una estación de trabajo con todas las de la ley.

Dos kits como este son 256 GB de almacenamiento RAM, por menos de 1000 euros cuando algo similar para estacion de trabajo con módulos registrados oscilaría más hacia los 2000 euros, que podemos usar de muchas formas y que en muchas aplicaciones tienen un impacto increíble. No son para todos, eso seguro, pero son la forma más económica, por todo lo que afecta a la plataforma, para lograr el objetivo de disponer de una cantidad ingente de RAM.

No solo consiguen este objetivo, sino que lo hacen de forma universal, tanto para procesadores AMD e Intel; solo tienes que tener la BIOS preparada y casi todas las placas base de renombre, con los chipsets adecuados para los procesadores adecuados, se han ido actualizando durante los últimos meses para dar soporte a este tipo de memorias.

Muchas veces pensamos que ver memorias de más de 10000 MT/s es el epítome de esta generación DDR5, pero en realidad la gran dificultad, el límite técnico real de esta tecnología, lo encontramos en módulos con esta densidad: hasta 256 GB de RAM en cualquier AM5 de AMD o LGA1700/LGA1851 de Intel. Impresionante.

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