Introducción
Introducción. Normalmente cuando optamos por una solución MicroATX es porque queremos una solución más integrada que nos de la prestaciones justas que buscamos pero sin muchos alardes sobretodo a la hora de ciertas prestaciones que normalmente esperamos únicamente en modelos de tamaño más grande con más espacio para sistemas de refrigeración complejos.Con la reducción de chips dentro de nuestras placas base, gracias sobretodo a la integración de funciones en la CPU, se consigue que ya no sea necesario sistemas de refrigeración muy complejos para el chipset y se puede desarrollar productos sin puntos flacos incluso en tamaños como el MicroATX. Gigabyte GA-H57M-USB3.Esta placa, con chipset H57 de Intel, está directamente orientada a dar soporte a procesadores Intel con gráficos integrados de la serie Core i3 y Core i5. Estos procesadores de dos núcleos están fabricados mediante un proceso de 32nm y disponen en el mismo “die” de un chip grafico integrado. Esto condiciona a este tipo de placas ya que la conectividad grafica está presente en todas ellas. Con esta diversificación de tareas en el procesador, que ahora controla la memoria y también integra su motor grafico, el chipset de la placa apenas aporta las líneas PCI Express, PCI, USB y las controladoras integradas para IDE. Esto hace que sus dimensiones sean mucho más reducidas y su consumo también mucho mas recortado.
Esta placa base de Gigabyte es especial en todos los sentidos porque además de todo un portento para el overclocking, como veremos después, su capacidad conectiva está por encima de los estándares marcados por Intel para esta generación de placas. Primero es de los pocos modelos del mercado que encontraremos con las cuatro conexiones de video más extendidas como son: Sub16, DVI, HDMI y Displayport. Todas ellas presentes en su panel posterior, nada de slots de ampliación y con soporte para dos monitores simultáneos así como graficas dedicadas. Concretamente podemos montar hasta dos graficas gracias a su doble slot PEG aunque el segundo solo dispone de 4 líneas PCI Express Gen 2 por lo que lo natural, como haremos nosotros, es usarla para tareas secundarias, como por ejemplo, dedicar una tarjeta Nvidia a tareas de PhysX. La placa también soporta Crossfire entre los dos slots pero no así SLI.
Su capacidad conectiva va mas allá de los conectores gráficos ya que en esta placa base encontraremos una gran variedad de interfaces que van desde el clásico PS2, con un conector doble para bifurcador, un total de 12 puertos USB 2.0 donde 4 son posteriores y 8 interiores, salida de audio digital SPDIF óptico, Firewire, Ethernet Gigabit y conexiones de audio con autosensor firmados por un chip Realtek ALC889. Pero aquí no acaba la cosa porque Gigabyte integra en esta placa un chip NEC Superspeed USB 3.0 que le otorga a esta placa dos puertos adicionales con este tipo de conectividad. El USB 3.0 permite a esta placa base acceder a conectividad externa de alta velocidad con tasas de transferencia sostenidas de disco duro de más de 100MB/s. Pero si necesitamos aun más funcionalidad y velocidad de transferencia externa entonces podremos echar mano también del conector E-Sata 3gbps de que dispone la placa. Todo esto se combina con una equipación general muy adecuada que nos permite desde montar una solución empresarial con todo integrado y soporte para las últimas tecnologías de gestión remota de Intel o dedicar un PC de precio ajustado como maquina de juegos de alto rendimiento que es el objetivo que nosotros nos hemos marcado en este articulo.
Diseño y otras prestaciones
Diseño y otras prestaciones. Las placas MicroATX como esta concentran en la mitad de superficie de un formato ATX todas las prestaciones que podemos encontrar en una placa de formato normal y por ello la distribución suele ser uno de los puntos débiles de este tipo de placas.
Este modelo en concreto aprovecha bien que ahora ya solo necesita de un pequeño puente sur para sus funciones fundamentales como placa base así que aprovecha bien el espacio para proveernos de una configuración muy completa donde se han cuidado también los espacios. Se echan en falta algunos conectores SATA perpendiculares pero al menos los que se han situado no estorban para la instalación de tarjetas graficas de dimensiones medias o grandes.
El sistema de refrigeración es realmente fascinante porque con lo bien que funciona esta placa uno se da cuenta de que tanta parafernalia que vemos en modelos “más avanzados” simplemente están ahí para llamar nuestra atención. Con un simple disipador de 30x30mm (aproximadamente) podemos mover un procesador potente con un overclocking de infarto.
Bios
Bios. Algo fundamental para que una placa tenga unos resultados adecuados en cuanto a overclocking es que disponga de las herramientas adecuadas para transformar al procesador en todo un portento. La ventaja de esta placa es que hereda, en su pequeño formato, todas las prestaciones, al menos en este sentido, de placas de gama en teoría mucho más altas así que su potencial, salvo algunos ajustes de alimentación de la CPU, es prácticamente el mismo que el de cualquier otra placa base de Gigabyte.
Los controles de esta placa van desde los ajustes personalizados para la gran mayoría de parámetros de CPU, Memoria, chipset, voltajes, dispositivos integrados hasta algunos ya no tan comunes como control de overclocking para la GPU del procesador o un sistema de perfiles y doble Bios que nos evitara muchos problemas a la hora de realizar los procedimientos de overclocking habituales.
La configuración de la Bios se realiza casi todo en un único panel con submenús así que es fácil orientarse, además el orden de distribución de los parámetros es el que suele seguir todo overclocker como es el ajuste de las prestaciones de la CPU, ajuste de frecuencias de procesador y otros buses, ajustes de memoria (latencias, etc.) y por último la personalización de los voltajes. Lo interesante es que cada parámetro que modificamos nos da una imagen visual de cómo estamos configurando la placa así que todo se realiza siempre con el máximo control.
La Bios dispone también de sus propios sistemas de detección de errores de arranque así que rara vez tendremos que restear la CMOS en esta placa por un problema de mala configuración de overclocking.
Divirtiéndonos con la Gigabyte GA-H57M-USB3
Divirtiéndonos con la Gigabyte GA-H57M-USB3.Una de las cosas que más aprecio yo del overclocking es ver cómo se transforman procesadores de gama media o baja en auténticos portentos sin necesidad de grandes inversiones ni tampoco de grandes conocimientos. Esto hace del overclocking algo cercano y accesible para todos y encima los resultados son practicables durante toda la vida del sistema y no unos segundos para una captura o para un par de pruebas de rendimiento.
Lo que nos ofrece esta placa base está al alcance de todos y solo basta un poco de suerte con el procesador y unos conocimientos muy básicos de que parámetros modificar en la Bios del sistema. Nuestro procesador de pruebas, un Core i3-540, en esta placa alcanza los 4.6GHz completamente estable y solo hemos tenido que modificar unos parámetros muy concretos e incluso algunos de ellos no referidos directamente al overclocking del procesador sino simplemente a cuidar que el resto de componentes no se vean afectados por el overclocking.
De este modo deshabilitando algunas funciones de ahorro del procesador, para evitar que oscile la frecuencia de trabajo, aumentando el voltaje hasta los 1.42vcore, y subiendo el bus del procesador hasta los 200Mhz conseguimos una frecuencia redonda de 4.6GHz que convierten a esta máquina en un portento para todo tipo de tareas incluso la de sacar partido a complejos sistemas gráficos. De hecho hemos prescindido voluntariamente de la primera frecuencia estable a este voltaje, de 4.71GHz, para ofrecer una fiabilidad total al sistema.
Probando la diferencia de rendimiento
Probando la diferencia de rendimiento. Para corroborar los cambios de potencia del procesador exclusivamente me he permitido añadir esta rápida comparativa donde podemos ver test directamente relacionados con el procesador. Las diferencias son simplemente espectaculares. Con este overclocking ganamos prácticamente un 60% de rendimiento sobre la frecuencia base de 3.06Ghz de este procesador. Hay que recordar que los Core i3 se diferencian de los Core i5, siempre hablando de la generación clarkdale de 32nm, en que los primeros no disponen de modo turbo por lo que su frecuencia máxima es la que marca de casa. Con el podemos alcanzar niveles de rendimiento muy elevados sin pagar ese plus que no exige el Core i5 por algo a lo que no sacaremos partido porque ya lo hacemos mediante overclocking. 3DMark CPU.
Cinebench R11.5
Sisoft Sandra.
Winsat Windows 7.
Algunas pruebas de rendimiento en juegos
Algunas pruebas de rendimiento en juegos. Para comprobar el rendimiento de nuestro montaje he elegido un par de graficas Gigabyte para la tarea. Una magnifica GTX 260 OC (180€) se encargará de los gráficos mientras que una 9800GTX (110€) se dedicará únicamente a temas de PhysX. La solución perfecta en una plataforma en principio dedicada a una tarjeta grafica integrada. Hemos utilizado algunos juegos completamente reales tomando medias de rendimiento mediante Fraps. Estos son los resultados:
Colin McRae Dirt 2. 1920x1200 Calidad Alta. FSAA 4x. Media de 60FPS.Dawn of War 2. 1920x1200. Calidad Alta. Media de 50FPS.Left 4 Dead 2. 1920x1200. Calidad Muy alta. FSAA 4x. Media de 90FPS.Resident Evil 5. 1920x1200. Calidad muy alta. FSAA 4x. Media de 60FPS.Batman Arkham Asylum. 1920x1200. Calidad Alta con PhysX. Media de 60FPS.3DMark 2006 y Vantage. Graficas y resultado general. Y por ultimo una pequeña comparativa entre los resultados puramente gráficos de 3DMark para que veáis que la diferencia de frecuencias también afecta directamente al rendimiento de la gráfica.
Análisis y Conclusión
Análisis y Conclusión.Se disfruta mucho mas con este tipo de productos, de precios económicos, que con procesadores de 1000€ que ya de por si uno sabe que van a ser rápidos con o sin overclocking. Sacar de un procesador de 125€ 1.6GHz mas de frecuencia, montarlo sobre una placa de 140€ y añadirle un sistema grafico dedicado con una GTX 260 y una 9800GTX dedicada a PhysX es simplemente una gozada. Por menos de lo que cuesta un procesador de gama alta podemos tener un PC completo con la que disfrutar de una gran calidad de juego. No es un milagro, ni tampoco es cosa del overclocking, los juegos actúales rara vez aprovechan más de dos núcleos y con esta placa base de Gigabyte podemos ser nosotros los que aprovechemos la ocasión para montarnos una maquina de alto rendimiento para juegos en un formato compacto y con una inversión mínima.
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