Las pantallas de tinta electrónica han encontrado su mayor nicho de mercado en los ebooks o libros electrónicos. Estas pantallas, generalmente en blanco y negro o con colores básicos, ofrecen una experiencia de uso más similar a la del papel y no cansan tanto la vista al no necesitar obligatoriamente de un sistema de retroiluminación constantemente, por lo que son ideales para la lectura de contenidos.
Philips ha integrado una de estas pantallas en su monitor Philips 24B1D5600, no como pantalla principal, sino como pantalla secundaria colocada como extensión en el lateral derecho del monitor. De esta manera, tenemos una pantalla de E-Ink de 13,3 pulgadas y 1200 x 1600 píxeles en formato vertical, acoplada a una pantalla convencional de 23,8 pulgadas de 2.560 x 1.440 píxeles.
La pantalla principal tiene un panel IPS con una tasa de refresco o actualización de 75 Hz, 4 ms de tiempo de respuesta y un brillo máximo de 250 nits, ofrece conectividad USB-C con entrega de energía de 90 W, varios puertos USB-A o un puerto Gigabit Ethernet RJ45 entre otros. Por otro lado, la pantalla de tinta electrónica tiene su propia entrada mediante un USB-C con DisplayPort, por lo que funciona como pantalla adicional y no como una extensión de la pantalla principal.
De esta forma, se puede tener en la pantalla de tinta electrónica, por ejemplo, un PDF, web o documentación para leer, mientras el ordenador se utiliza de manera convencional en el panel principal para trabajar, ya que es un monitor orientado para entornos laborables, sobre todo, aunque también tiene su nicho en bibliotecas o estudiantes. Ambas pantallas están unidas por un sistema de bisagra con el que se puede ajustar el ángulo de giro entre ellas.
El Philips 24B1D5600 tiene un precio que rondará los 600 euros.
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