Apple ha presentado una demanda contra el conocido filtrador Jon Prosser y Michael Ramacciotti por la supuesta apropiación indebida de secretos comerciales relacionados con iOS 26, un sistema que vendría con tecnología de OpenAI y Anthropic. Según la denuncia, ambos habrían accedido a un iPhone de desarrollo perteneciente a un empleado de Apple con el objetivo de obtener información confidencial sobre futuras funciones del sistema operativo.
La demanda fue presentada en un tribunal del Distrito Norte de California y hace referencia a unos vídeos publicados a principios de año en el canal de YouTube de Prosser, Front Page Tech, que mostraban recreaciones de nuevas funciones del sistema, por aquel entonces aún conocido como iOS 19.
Acceden al dispositivo durante una estancia en la casa de un empleado de Apple
Apple sostiene que Ramacciotti aprovechó una estancia en casa de Ethan Lipnik, un empleado de Apple que trabajaba en diseño de software, para acceder al dispositivo. Utilizó herramientas de localización para confirmar que Lipnik estaba ausente y, durante ese tiempo, realizó una videollamada con Prosser vía FaceTime para mostrarle funciones y diseños del sistema en desarrollo.
Según el documento judicial, Prosser habría grabado la videollamada y compartido el material con terceros para crear los renders que luego utilizó en sus vídeos. Uno de los destinatarios del contenido reconoció el apartamento de Lipnik, lo que finalmente condujo a la detección del incidente.
En enero, Prosser publicó un vídeo con una recreación de la nueva app de Cámara de iOS 26, seguido por otros sobre la aplicación de Mensajes y el nuevo lenguaje de diseño Liquid Glass. Las imágenes eran notablemente similares a lo que Apple acabó presentando oficialmente.
Apple afirma haber descubierto el caso gracias a un aviso anónimo y cuenta con una nota de voz en la que Ramacciotti se disculpa con Lipnik, asegurando que Prosser fue quien planeó todo. Como resultado, la compañía despidió a Lipnik por no proteger información confidencial.
La demanda solicita una orden judicial para que los acusados no utilicen ni divulguen más información confidencial y la destrucción de todo el material en su posesión. También exige una compensación económica y ha pedido un juicio con jurado. Por su parte, Prosser ha negado las acusaciones en redes sociales y ha afirmando lo siguiente: "Para que quede constancia: ciertamente no “conspiré” para acceder al teléfono de nadie y no estaba al tanto de la situación que se estaba desarrollando".
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