OpenAI tiene un plan para acabar con el iPhone y acaba de dejar a Microsoft fuera de la ecuación
por Edgar Otero 1OpenAI y Microsoft han renegociado los términos de su multimillonaria alianza estratégica. El resultado más inmediato y destacado de este nuevo acuerdo es que Microsoft ya no tendrá ninguna influencia sobre el futuro dispositivo de hardware de consumo que prepara OpenAI. Este aparato está siendo desarrollado en colaboración con el exdiseñador de Apple, Jony Ive. Lo que busca es cambiar por completo la interacción del usuario y, en teoría, dejar obsoletos los smartphones actuales.
El cambio en el acuerdo es significativo y protege la autonomía de OpenAI en uno de sus proyectos más ambiciosos. Según se informa, la renegociación también prepara el camino para una futura salida a bolsa de la compañía. Un punto clave del nuevo pacto establece de forma explícita que los derechos de propiedad intelectual de Microsoft ahora "excluyen el hardware de consumo de OpenAI". En la práctica, esto otorga a la creadora de ChatGPT libertad total para desarrollar este y otros productos de hardware, permitiéndole incluso buscar alianzas con terceros en este ámbito.
Un dispositivo IA sin pantalla para sustituir al móvil, pero sin Microsoft de por medio
OpenAI está apostando fuertemente por este proyecto desde hace al menos dos años. La compañía materializó su interés al adquirir la startup de dispositivos de IA de Jony Ive, llamada io, el pasado mes de mayo de 2025. La operación, según los informes, alcanzó la cifra de 6.400 millones de dólares. Para impulsar el desarrollo, OpenAI también ha contratado a cerca de dos docenas de exempleados de Apple, atrayendo a diseñadores, ingenieros de hardware y especialistas clave en interfaces de usuario que trabajaron en el iPhone y otros productos de la marca.
Aunque los detalles oficiales son escasos, ya se conocen algunas características del dispositivo. Se espera que sea un aparato de tamaño bolsillo y que carezca por completo de pantalla. Su diseño no adoptará el formato de un 'wearable' (dispositivo vestible), como un reloj o unas gafas. La principal baza del aparato será su conciencia contextual avanzada. Para ello, utilizará un completo conjunto de sensores, cámaras y micrófonos integrados que le permitirán entender el entorno y las necesidades del usuario en tiempo real, ofreciendo asistencia proactiva.
A nivel de software, el dispositivo podrá ejecutar modelos de inteligencia artificial de OpenAI adaptados específicamente para funcionar de forma local. Sin embargo, también tendrá la capacidad de recurrir a la nube para procesar tareas que requieran una mayor capacidad de cómputo. Otra de las funciones esperadas es que pueda comunicarse con aparatos similares, estableciendo una red de comunicación parecida a la que actualmente utilizan los smartphones. De todos modos, algunas informaciones indican que su lanzamiento se estaría retrasando por problemas técnicos y de privacidad.
A pesar de todo, OpenAI y Microsoft siguen siendo socios clave
Sea como fuere, el proyecto es real. Pero, mientras avanza de forma independiente, el acuerdo general entre OpenAI y Microsoft sigue siendo de calado. La primera se ha comprometido a comprar 250.000 millones de dólares en servicios de computación en la nube Azure. Por su parte, el nuevo contrato estipula que Microsoft no podrá negarse a proveer esa capacidad de cómputo, asegurando los recursos que OpenAI necesita para sus modelos. Además, OpenAI seguirá compartiendo ingresos con Microsoft hasta que un panel de expertos independiente determine formalmente si la compañía ha alcanzado la llamada Inteligencia Artificial General o AGI.
El nuevo pacto también formaliza otras áreas clave. Se clarifican las reclamaciones de propiedad intelectual de Microsoft sobre la tecnología de OpenAI, con la ya mencionada excepción del hardware, y se establece que Microsoft también puede perseguir el desarrollo de la AGI de forma independiente.
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