Microsoft apostaría por la potencia bruta en su nueva Xbox, aunque el precio podría ser el doble que el de la PS6

La expectación en torno a la próxima generación de consolas de Sony y Microsoft sigue creciendo. En los últimos meses, diversas filtraciones han apuntado a mejoras de hardware y nuevas estrategias por parte de ambas compañías. Ahora, un nuevo informe se centra en uno de los factores más decisivos: el precio.

Una reciente filtración sugiere que la futura PlayStation 6 podría tener un precio de lanzamiento mucho más bajo que su competidora directa, la próxima Xbox, conocida internamente como Magnus. Según esta información, la consola de Sony podría costar casi la mitad que la de Microsoft, lo que marcaría una notable diferencia estratégica en la próxima batalla por el mercado del hardware.

El coste de una mayor potencia

La información proviene de un filtrado bastante conocido, KeplerL2, quien compartió en la red social X que la PlayStation 6 podría tener un precio cercano a los 600 dólares. En contraposición, el precio esperado para la Xbox Magnus se situaría en torno a los 1.200 dólares.

El filtrado atribuye la gran diferencia de precio a los distintos enfoques en el diseño del hardware y los costes de fabricación. Al parecer, la consola de Microsoft contaría con un 42% más de silicio y un 20% más de memoria que su rival directa.

Además, los gastos asociados a la refrigeración y a la propia placa base de la Xbox Magnus serían significativamente más elevados. Según el informe, Microsoft no tendría la misma capacidad que Sony para subsidiar el coste del hardware a través de su tienda digital, lo que impactaría directamente en el precio final al consumidor.

En cuanto a las especificaciones de memoria, KeplerL2 también sugirió que la PS6 podría incluir 30 GB de RAM, mientras que la Xbox Magnus ascendería hasta los 36 GB. Estos datos coinciden con informes anteriores que ya indicaban que la próxima Xbox superaría a la PS6 en potencia bruta, pero probablemente a un coste de producción y venta mucho más alto.

Queda por ver la estrategia final de Sony y cómo decidirá equilibrar la accesibilidad de su consola frente a los márgenes de beneficio en la próxima generación de hardware.

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