La gran sorpresa del gaming: 9 de cada 10 juegos de Windows ya funcionan en Linux, y a menudo con mejor rendimiento

El gaming en sistemas operativos Linux ha alcanzado silenciosamente un nuevo punto de inflexión. Un reciente informe de Boiling Steam, que analiza los datos de compatibilidad acumulados por la comunidad en ProtonDB, revela que casi el 90% (89,7%) de los títulos diseñados para Windows ya se pueden ejecutar en sistemas Linux. Este hito demuestra la rápida madurez de las herramientas de compatibilidad como Proton, impulsada en gran medida por la Steam Deck.

Los datos muestran una tendencia muy positiva para los jugadores de Linux. El 42% de los nuevos lanzamientos de octubre fueron calificados como Platinum, lo que significa que se instalan y funcionan perfectamente sin necesidad de ajustes por parte del usuario. Esta cifra supone un gran salto desde el 29% registrado el año anterior. En el otro extremo, la proporción de juegos que no funcionan en absoluto (una categoría denominada "Borked") ha caído a solo el 3,8%.

El rendimiento en Linux supera al de Windows en algunos casos

La compatibilidad no es la única ventaja que está ganando Linux; en muchos casos, el rendimiento también es superior. Pruebas recientes están demostrando que Linux puede superar a Windows en el mismo hardware. Un YouTuber probó la consola portátil ASUS ROG Ally X utilizando Bazzite, una distribución de Linux similar a SteamOS de Valve, y la comparó con su rendimiento nativo en Windows.

Los resultados son claros, especialmente a potencias medias. En Kingdom Come: Deliverance 2, funcionando a 17 W, Windows alcanzó una media de 47 FPS, mientras que Bazzite llegó a 62 FPS. En Hogwarts Legacy con la misma potencia, el salto fue de 50 FPS en Windows a 62 FPS en Bazzite. Además, se reportó que Bazzite ofrece una tasa de fotogramas más consistente, evitando las caídas frecuentes vistas en Windows.

A pesar del éxito, el principal obstáculo para el 10% restante de juegos no es de carácter técnico. El informe señala que los principales culpables son los sistemas antitrampas, como Easy Anti-Cheat y BattlEye, y las decisiones contractuales de los estudios. Habilitar la compatibilidad en Linux es a menudo más una negociación que un simple ajuste técnico. Sin embargo, cuando un estudio aprueba la compatibilidad con Steam Deck, la versión de escritorio de Linux suele funcionar de inmediato, lo que sugiere que el código ya está unificado.

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